Perfect Days (Días perfectos): 4 libros y 4 canciones recomendadas

Todos los días parecen ser el mismo día: Hirayama se despierta antes del amanecer, riega sus plantas, se viste, compra una lata de café, pone un casete en su furgoneta y se dirige a su trabajo en el que diligentemente se dedica a limpiar los baños públicos de Tokio.

A la hora de la comida, aprovecha el tiempo en el parque para captar con su cámara fotográfica la luz que se filtra por las copas de los árboles. Después del trabajo: ir a la sauna o al restaurante que visita con frecuencia. Antes de dormir: leer, leer siempre, incluso durante sus días lejos del trabajo.

Es una vida rutinaria y solitaria, en la que Hirayama puede pasarse días sin decir ni una sola palabra. Y aunque, a simple vista, podría ser una de las historias más desoladoras de los últimos tiempos, Perfect Days, la más reciente película de Wim Wenders, nos advierte que para un ser contemplativo lo aparentemente sencillo se vuelve fuente de plenitud, siempre y cuando esa vida simple haya sido producto tanto de elecciones como de renuncias, nunca una imposición.

Así como Hirayama, en mis días no puede faltar un libro y una canción, pues son esas cosas las que hacen que todos se sientan un poco diferente. Por lo tanto, para agregarle más plenitud a los próximos días, en los que después de mi trabajo de 9 a 6 escribiré, grabaré y editaré este video, quiero recomendarte 4 libros y 4 canciones que dialogan con Perfect Days y que si dicha película te conmovió tanto como a mí, seguro que estas indicaciones también lo harán.

4 libros que amarás si te gustó Perfect Days

1. El corazón es un cazador solitario, de Carson McCullers

El movimiento de la carreta le sacudía la espalda. Levantó la mirada hacia las ramas que tenía encima de la cabeza, y cuando no había sombra se cubría la cara con un pañuelo para proteger los ojos del sol. No era posible que aquello fuese el fin. Siempre había sentido en su interior un firme y verdadero propósito. Durante cuarenta años, su misión fue su vida y su vida fue su misión. Y sin embargo, ahora todo quedaba por hacer y nada había terminado.

El corazón es un cazador solitario, de Carson McCullers.

Escrita por Carson McCullers, El corazón es un cazador solitario es una novela ambientada en los últimos años de la década de 1930 que abre contándonos de cómo en una pequeña ciudad había dos mudos inseparables: John Singer y Spiros Antonapoulous.

Poco a poco, conocemos la relación entre estos dos hombres y el cambio abrupto de esta tras la internación de Spiros en un centro psiquiátrico.

Así, John Singer deja la casa en la cual los dos vivían juntos y se muda a un cuarto en la casa de la familia Kelly. A partir de este momento, John Singer comienza a tener contacto con otras personajes que serán fundamentales para el desarrollo de la historia: Mick, hija de la familia Kelly que ama la música; Jake Blount, un hombre con ideas revolucionarias pero que tiene problemas con el alcohol; Biff Brannon, el dueño de un restaurante; y Dr. Benedict Mady Copeland, un médico idealista que habrá de enfrentarse al racismo de la época.

El corazón es un cazador solitario es uno de los libros más conmovedores que he leído, pues nos lleva a uno de los aspectos característicos de la experiencia humana: el deseo de que nuestra subjetividad, nuestro mundo interno sea comprendido y abrazado por otros, el anhelo de un amor (ya sea por la música, por los libros, por una causa o por una persona) que nos aleje de la soledad, de ese cazador solitario que es el corazón.

Un libro que si nos te arranca las lágrimas en alguna de sus más de 300 páginas, no se dará por vencido y muy probablemente lo haga con su final tan estremecedor. Así como Hirayama puede hacerlo con el suyo, al son de Nina Simone interpretando Feeling Good.

2. Vida y época de michael k, de J.M Coetzee

Situada entre los años 70 y 80, en una Sudáfrica donde la Guerra Civil y el apartheid están presentes, Vida y época de Michael K, de J.M Coetzee, narra la historia de un jardinero que emprende un arduo viaje desde Ciudad del Cabo hasta el pueblo donde nació su madre, quien ya muy enferma le pide que la lleve hasta su lugar de origen pues se niega a morir lejos de él.

Sin embargo, el viaje de Michael K continuará más allá de los límites del pueblo de su madre y no será nada fácil: el camino estará lleno de obstáculos.

Dejar de ser un jardinero de suelos ajenos para ser un agricultor de la propia tierra, uno que desea una vida simple, delicada y digna, no es nada sencillo y la novela de J.M Coetzee nos muestra que lo grandioso de esa determinación es reconocer que sólo a través del esfuerzo colectivo el ser humano tendrá la posibilidad de vivir su vida como la desea.

Vida y época de Michael K es una de mis novelas favoritas de la vida y si te interesa saber más de ella, te invito a ver la reseña que tengo en el canal de YouTube.

3. La canción de salomón, de Toni Morrison

Uno de los momentos más reveladores de Perfect Days es el encuentro entre Hirayama y su hermana, un encuentro que, si antes de él vimos al protagonista como un día soleado, nos lo revela como un cielo, uno que tanto puede estar despejado como tomado por tormentas y tempestades.

¿Y si la frecuencia con la que aparecía la Tokyo Skytree, la torre más alta del mundo, era la mirada de Hirayama buscando a su hermana, una exitosa mujer de negocios? O aún más apabullante: ¿y si siempre fue un guiño a su propio pasado? Uno que lo ligaba a la altura y al reconocimiento de ese árbol de concreto.

Todas estas, especulaciones. Lo que no se puede negar es que la escena plantea que la vida de Hirayama no está libre de conflicto, que hay muchas renuncias de por medio y que dos hermanos han decidido llevar vidas completamente distintas.

Por eso, además de llorar con la potencia de la escena, lloré porque no pude dejar de pensar en La canción de Salomón, novela escrita por mi autora favorita de la vida, Toni Morrison.

El protagonista de la Canción de salomón es Macon «Milkman» Dead III, un hombre que nació dentro de una familia con dinero. Sin embargo, lleva una vida vacía y que comienza cobrar sentido cuando tiene contacto con su tía Pilatos, hermana de su padre y de la cual está prohibido de acercarse pues es percibida como una mujer mediocre.

La mediocridad, para el padre de Macon no es más que no olvidar su pasado familiar y vivir una vida en la que la libertad no sólo es material sino sobre todo espiritual.

4. Meu quintal é maior do que o mundo, de Manoel de Barros

Utilizo palabras para componer mis silencios.
No me gustan las palabras
cansadas de informar.
Doy más respeto
a las que viven boca abajo
como rana, piedra, agua.
Entiendo bien el acento del agua
Respeto las cosas sin importancia
y a los seres sin importancia.
Valoro más a los insectos que a los aviones.
Valoro la velocidad
de las tortugas más que la de los misiles.
Nací retrasado.
Me programaron
para que me gustaran los pájaros.
Por eso soy tan feliz.
Mi patio es más grande que el mundo.
Soy un apañador de desperdicios:
Me encantan las sobras
como las buenas moscas.

O apanhador de desperdícios (traducción propia, Violeta Vaal).

Esa es una traducción libre del poema O apanhador de desperdícios, que hace parte del libro Meu quintal è maior do que mundo (mi patio es más grande que el mundo) de Manoel de Barros.

Infelizmente, el libro no cuenta con una traducción del portugués al español, pero si te animas a aventurarte en la lusofonía, te aseguro que no te vas a arrepentir, pues la poesía de Manoel de Barros es tan delicada y contemplativa como Hirayama tomando de la tierra un pequeño brote. 

Poesía ideal para arrullar bebés con dos décadas o más.

4 canciones que amarás si te gustó Perfect Days

Finalmente cuatro canciones recomendadas

Aqui e Agora, de Gilberto Gil y El lugar correcto, de Natalia Lafourcade.

Ambas canciones se entrelazan en la idea que el mejor lugar del mundo puede ser el aquí y el ahora, pues es la única certeza que tenemos.

Aunque algunas frases se pierden por la traducción, Aqui e agora tiene una versión de inglés que mantiene la idea central, esa que podría funcionar como respuesta a los numerosos cuestionamientos de la sobrina de Hirayama.

Cotidiano y Construção, del escritor y compositor brasileño, Chico Buarque de quien ya tengo un post en el blog.

Ambas canciones son relatos de la vida urbana y sus conflictos: ciudades llenas de personas que tienen que levantarse temprano para ir a los trabajos de los que suenan deshacerse, personas a las que una vida sin prisa se les es negada pero que aún así siempre encuentran caminos para la subversión.

De Construção te animo a que escuches el cover de Fito Páez.

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